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Engie

La central y red de calor del barrio de la Txantrea, en Pamplona, es un innovador proyecto desarrollado por Engie que utiliza biomasa forestal de cercanía como fuente renovable de origen local.

A través de su filial Districalor Renovable de Pamplona, la compañía resultó adjudicataria del concurso de concesión por 36 años licitado por Nasuvinsa (Gobierno de Navarra). La red de calor, que busca convertirse en un proyecto referente en sostenibilidad medioambiental, se alimentará de astilla forestal y de proximidad (< 150 km) con certificación de gestión forestal sostenible. Una vez completadas las dos fases previstas, suministrará calor a 4.500 viviendas y varios edificios públicos de la capital navarra.

La primera fase del proyecto, que estará operativa a partir de septiembre de 2023, tendrá una capacidad de suministro energético a 2.000 viviendas y varios edificios públicos con 14,5 MW de producción térmica (4,5 MW caldera de biomasa). La segunda fase, prevista para 2027, ampliará el suministro energético a 4.500 viviendas con 29 MW de producción térmica, alimentada al 90% por biomasa forestal. El uso de la biomasa como combustible, una alternativa energética renovable, de proximidad y de explotación sostenible, proporcionará una calificación energética A a todos los edificios que se conecten a la red.

La tecnología seleccionada para la caldera de biomasa es del tipo parrilla móvil, que permite obtener rendimientos superiores al 90% en un amplio rango de carga. Adicionalmente se ha incluido una cámara de poscombustión Low_NOx, un recuperador de calor de gases de escape, un filtro de partículas de hogar y un electrofiltro de partículas finas.

El sistema completo permite una combustión eficiente minimizando las cenizas, estimándose una producción inferior al 5% del combustible seco, y garantizando unas emisiones de partículas inferiores a 45 mg/Nm3 y con niveles de NOx inferiores a 300 mg/Nm3.

Para garantizar en todo momento el suministro, especialmente teniendo en cuenta que se prevé el servicio a centros críticos públicos, como centros sanitarios o residencias, se ha previsto la inclusión de la generación de apoyo mediante caldera de gas natural, que permitirá continuar el suministro durante posibles interrupciones por averías, mantenimiento o causas de fuerza mayor.

En cuanto a la red, es destacable su extensión de 4,9 km que transportará la energía generada en la central hasta los puntos de intercambio en los edificios o grupos existentes. La solución técnica consiste en un trazado ramificado mediante tuberías preaisladas, enterradas en zanja única y el empleo del agua caliente como fluido caloportador con un salto térmico de 30ºC para distribución del calor, con temperatura de impulsión de 95ºC y 65ºC de retorno.

La instalación de generación contará además de la citada caldera de 4,5 MW de biomasa con una caldera de apoyo de gas natural de 10 MW y con un depósito aislado de 1.800 m3, que permitirá maximizar el uso de la caldera de biomasa, optimizando su funcionamiento y complementando la máxima potencia suministrable para llegar hasta los 24,5 MW en la primera fase. En la segunda fase, se duplicará el número de calderas hasta alcanzar 39 MW de potencia máxima.

La distribución de calor generado a partir biomasa forestal implica grandes beneficios:

  • Un mejor aprovechamiento del combustible
  • La reducción de la dependencia energética del exterior
  • La reducción en emisiones GEI (Gases de Efecto Invernadero) de hasta 7.000 toneladas de CO2 por el empleo de fuentes renovables.
  • Mejoras económicas y sociales por el ahorro en consumo, así como por el aprovechamiento de la masa forestal de Navarra, un motor de desarrollo del medio rural.

Entre los potenciales clientes destacan las comunidades de calor ya existentes, que ya desde los años 60 abastecían a los habitantes de este popular barrio de Pamplona mediante microrredes de calor. Esta cultura de redes de calor, tradicionalmente suministradas con combustibles fósiles, facilita la adopción del concepto de red de calor, beneficiándose en este caso de todas las mejoras medioambientales anteriormente citadas.

Asimismo, se prevé la conexión de diversos edificios públicos tanto del Gobierno de Navarra como del Ayuntamiento de Pamplona. En este sentido, el pasado 22 de marzo de 2022 se aprobó en Navarra la Ley Foral 4/2022, conocida como Ley del Cambio Climático y Transición Energética. Esta nueva regulación establece una serie de obligaciones para las administraciones públicas en cuanto a objetivos de descarbonización, para lo que este proyecto altamente especializado y adaptado puede suponer un gran aliado.

FUENTE: ENERGÉTICA 21